La unidad de Hemodinámica del Hospital de Lugo ha recibido el prestigioso premio ‘Best of the Best’ en el Congreso de la Sociedad de Cardiología Intervencionista de EEUU, celebrado el pasado mes de abril en San Diego, por su estudio con stent reabsorbibles.

 Lugo, 06 de junio 2018.  El Dr. Ocaranza, jefe de la unidad de Hemodinámica del Hospital Lucus Augusti, la Dra. Abellas-Sequiros, primera autora del estudio, y el resto de los miembros del equipo han recibido el reconocido premio “El Mejor de los Mejores” (Best of the Best Abstract, en inglés) por un estudio pionero, que valoraba los stents reabsorbibles en pacientes con cardiopatía isquémica.

 

El premio ha sido otorgado por la Sociedad de Cardiología Intervencionista de Estados Unidos -The Society of Cardiovascular Angiography and Interventions -SCAI-, que actualmente cuenta con más de 4.000 miembros del ámbito de la cardiología. En el congreso celebrado este año, que ha contado con el mayor número de asistentes y de sesiones científicas hasta el momento, el estudio del equipo del Dr. Ocaranza compitió con hospitales tan prestigiosos como la Mayo Clinic Foundation y la Cleveland Clinic.

Hace dos años, el equipo del Dr. Ocaranza se planteó analizar el comportamiento de las nuevas generaciones de stents coronarios utilizados para el tratamiento de distintas cardiopatías. La cardiopatía isquémica, enfermedad ocasionada por la arteriosclerosis de las arterias coronarias, supone actualmente la causa más común de muerte en todo el mundo.  La prevención de la arteriosclerosis, que supone el estrechamiento de las arterias, y que desemboca bien en angina de pecho o infarto de miocardio, ha sido el enfoque de investigación de la OMS; estudios a contrarreloj ya que el número de casos crece cada año.

La cardiología intervencionista, rama de la cardiología enfocada al tratamiento de las arterias obstruidas por placas de ateroma, utiliza los stents, unas mallas metálicas que se implantan por medio de catéteres en las arterias coronarias, con la finalidad de mantener el vaso abierto y permitir el flujo de sangre a través de él. El fármaco que cubre el stent previene, durante la cicatrización de la arteria, que ésta se vuelva a ocluir.

La evolución de estos dispositivos ha sido espectacular en los últimos años, dando lugar a los stents reabsorbibles, es decir stents que desaparecen de la arteria con el paso del tiempo, proporcionando una gran ventaja al paciente que requiera ser intervenido en un futuro.

La última generación de stents reabsorbibles es de magnesio, el metal más ligero que existe y con unas propiedades intrínsecas muy interesantes, como la capacidad de reabsorberse dentro del organismo convirtiéndose en fosfato de calcio, sustancia inocua que, como tal, está presente en nuestro cuerpo. La reabsorción es una gran ventaja al compararlo con los stents permanentes: el hecho de que en 12 meses el stent haya desaparecido de la arteria supone un gran beneficio para los pacientes relativamente jóvenes; arterias que vuelven a quedar libres de cualquier resto de metal que dificulte la necesidad de un tratamiento posterior.

El estudio del equipo del Dr. Ocaranza compara los dos tipos diferentes de stents reabsorbibles que existen en el mercado con la finalidad de estudiar el comportamiento de ambos en las coronarias de pacientes isquémicos. Para ello, se usó una técnica de imagen, la Tomografía de Coherencia Óptica (OCT), que permite visualizar con gran detalle el interior de las arterias. La OCT ofrece imágenes con una resolución diez veces superior a otras técnicas que se usan en cardiología.

Así, una vez que los stents habían sido implantados en los pacientes, más de 20 mil fragmentos de cada dispositivo fueron analizados para estudiar la posición correcta del mismo en el vaso y observar la aparición de posibles rupturas, su geometría circular o una mala expansión del mismo. Todos estos factores son críticos para evitar complicaciones posteriores en el paciente, como la trombosis y el infarto.

Los resultados fueron significativamente más satisfactorios para el dispositivo de magnesio, el cual fue capaz de generar una presión mayor sobre el vaso, logrando así mantener una apertura adecuada de la arteria y disminuyendo la posibilidad de sufrir alguna complicación posterior.

La Sociedad de Cardiología Intervencionista de Estados Unidos (SCAI), tras la defensa del estudio ante un tribunal constituido por varios miembros de SCAI, valoró los resultados de este estudio como fundamentales para el avance en el tratamiento de la cardiopatía isquémica mediante el uso de una tecnología innovadora con un claro beneficio para el paciente. Entre los más de 400 estudios candidatos que fueron presentados durante el congreso, celebrado el pasado abril en San Diego, California, el estudio del Hospital Universitario Lucus Augusti de Lugo fue el ganador del premio “Best of the Best”.

Para más información:

Pablo Frieyro

pablofrieyro@gmail.com

636175335